Hola mis queridas arañitas, bienvenidas(os) una vez mas a tu pagina favorita de patrones gratis de crochet. Los hermosos proyectos de arte con agujas no son solo para expertos tejedores. El día de hoy les voy a contar sobre Pan Ruibin, 34 años, devoto del tejido desde la infancia.
Si crees que tejer es solo para niñas, conoce a Pan Ruibin.
“No debería haber brechas de género en el tejido u otras artesanías”, dijo Pan, de 34 años, un tejido y empresario de géneros de punto en una aldea en la provincia sureña de Guangdong.
A los 6 años, Pan aprendió a tejer de su madre, quien, al igual que otras mujeres de su pueblo, confeccionaba ropa a mano para una empresa de comercio exterior en los años ochenta y noventa. Cuando tenía 10 años, Pan se había convertido en un experto y podía tejer un suéter de lana con facilidad.
“Me gusta tejer desde mi niñez”, dijo Pan. “Las voces de la duda siempre han estado ahí. Mucha gente decía que yo era como una niña. Estaba avergonzado al principio, pero ahora no me importa lo que la gente diga de mí ".
Mientras sus compañeros adolescentes participaban en juegos rudos después de clase, el joven Pan tejía y charlaba con su madre y su vecino ayi. Pero cuando amaneció el siglo XXI, esos recuerdos felices parecían un pasado lejano. Los artículos hechos a mano estaban siendo reemplazados por artículos hechos a máquina, y los círculos de tejido prácticamente desaparecieron. Dejando su ciudad natal, Pan estudió farmacia en la universidad. Sin embargo, no estaba realmente interesado en su especialidad, por lo que se propuso aprender japonés por su cuenta y luego trabajó como traductor de japonés para una empresa extranjera después de graduarse.
En 2009, tuvo la idea de iniciar un negocio relacionado con su afición de tejer. Abrió una tienda en Taobao llamada Panwallzer y probó el mercado de prendas de punto hechas a mano en sus horas libres. Para su sorpresa, había mucha gente nostálgica por la ropa hecha a mano. En el primer año, ganó miles de yuanes al mes, más que su salario actual. Decidido a seguir adelante, Pan renunció a su trabajo y regresó a su ciudad natal. Sus padres no estaban exactamente encantados con sus planes.
“Mi papá insistió en que tener una tienda en línea equivale al desempleo”, dijo.
A pesar de sus dudas, Pan persistió.
Pan recrea el espíritu del pueblo de su infancia feliz mientras los residentes se reúnen para tejer y charlar.
Ahora emplea hasta 70 tejedoras locales, mujeres de entre 35 y 70 años. Muchos de ellos habían estado desempleados durante años con el declive de las prendas de punto hechas a mano. Aunque había pasado mucho tiempo desde que usaban agujas, sus habilidades para tejer no se perdieron.
“Estoy tan feliz de volver a ver ese momento cálido anterior cuando un grupo de mujeres tejen y charlan juntas en mi aldea”, dijo Pan. "Muchas mujeres mayores se sienten atraídas por nuestro equipo porque extrañan esos buenos viejos tiempos".
Además de enriquecer la vida de los aldeanos locales, Pan también está popularizando el tejido en las redes sociales. En Douyin, una aplicación china de videos cortos cuya versión en el extranjero es TikTok, su cuenta ha atraído a 2.3 millones de seguidores. Uno de sus videos más populares presenta su uso de palillos como agujas de crochet. Eso atrajo 1.8 millones de "me gusta". Según Pan, la mayoría de los espectadores tienen entre 30 y 50 años. Pan dijo que quiere enseñar a los espectadores a tejer en el sitio.
“Cada prenda de punto hecha a mano es distintiva”, dijo Pan. "Cada pieza emana calidez".
“No debería haber brechas de género en el tejido u otras artesanías”, dijo Pan, de 34 años, un tejido y empresario de géneros de punto en una aldea en la provincia sureña de Guangdong.
A los 6 años, Pan aprendió a tejer de su madre, quien, al igual que otras mujeres de su pueblo, confeccionaba ropa a mano para una empresa de comercio exterior en los años ochenta y noventa. Cuando tenía 10 años, Pan se había convertido en un experto y podía tejer un suéter de lana con facilidad.
“Me gusta tejer desde mi niñez”, dijo Pan. “Las voces de la duda siempre han estado ahí. Mucha gente decía que yo era como una niña. Estaba avergonzado al principio, pero ahora no me importa lo que la gente diga de mí ".
Mientras sus compañeros adolescentes participaban en juegos rudos después de clase, el joven Pan tejía y charlaba con su madre y su vecino ayi. Pero cuando amaneció el siglo XXI, esos recuerdos felices parecían un pasado lejano. Los artículos hechos a mano estaban siendo reemplazados por artículos hechos a máquina, y los círculos de tejido prácticamente desaparecieron. Dejando su ciudad natal, Pan estudió farmacia en la universidad. Sin embargo, no estaba realmente interesado en su especialidad, por lo que se propuso aprender japonés por su cuenta y luego trabajó como traductor de japonés para una empresa extranjera después de graduarse.
En 2009, tuvo la idea de iniciar un negocio relacionado con su afición de tejer. Abrió una tienda en Taobao llamada Panwallzer y probó el mercado de prendas de punto hechas a mano en sus horas libres. Para su sorpresa, había mucha gente nostálgica por la ropa hecha a mano. En el primer año, ganó miles de yuanes al mes, más que su salario actual. Decidido a seguir adelante, Pan renunció a su trabajo y regresó a su ciudad natal. Sus padres no estaban exactamente encantados con sus planes.
“Mi papá insistió en que tener una tienda en línea equivale al desempleo”, dijo.
A pesar de sus dudas, Pan persistió.
Pan recrea el espíritu del pueblo de su infancia feliz mientras los residentes se reúnen para tejer y charlar.
Ahora emplea hasta 70 tejedoras locales, mujeres de entre 35 y 70 años. Muchos de ellos habían estado desempleados durante años con el declive de las prendas de punto hechas a mano. Aunque había pasado mucho tiempo desde que usaban agujas, sus habilidades para tejer no se perdieron.
“Estoy tan feliz de volver a ver ese momento cálido anterior cuando un grupo de mujeres tejen y charlan juntas en mi aldea”, dijo Pan. "Muchas mujeres mayores se sienten atraídas por nuestro equipo porque extrañan esos buenos viejos tiempos".
Además de enriquecer la vida de los aldeanos locales, Pan también está popularizando el tejido en las redes sociales. En Douyin, una aplicación china de videos cortos cuya versión en el extranjero es TikTok, su cuenta ha atraído a 2.3 millones de seguidores. Uno de sus videos más populares presenta su uso de palillos como agujas de crochet. Eso atrajo 1.8 millones de "me gusta". Según Pan, la mayoría de los espectadores tienen entre 30 y 50 años. Pan dijo que quiere enseñar a los espectadores a tejer en el sitio.
“Cada prenda de punto hecha a mano es distintiva”, dijo Pan. "Cada pieza emana calidez".
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